Corruptos y corruptores

 Corruptos y corruptores.- Berta Rivera

No es que corruptos y corruptores sean la misma cosa, que lo son, es que son los mismos; los políticos de izquierda demuestran sentirse como tales moralmente superiores al resto del mundo al considerar que el corrupto es un sujeto pasivo de la corrupción y que el corruptor es quien pone la pasta, pero esta es una falacia, no es cierto: el corrupto no es un sujeto pasivo de la cosa sino activo y el corruptor no es tanto el que pone la pasta como el que la recibe ¿o no podríamos decir acaso que quien paga un soborno lo hace bajo la amenaza de ser borrado de todo concurso público si no lo hace? ¿O vamos a defender ahora que quienes pagaban a ETA el impuesto revolucionario so pena de morir de un tiro en la nuca o con una bomba lapa bajo su coche eran el sujeto activo del terrorismo? O explicado de modo más sencillo: ¿quién tiene el poder? ¿quién puede decir algo como ‘o me pagas o no te cae ni un contrato de obra pública y, si deslizas algo de esta conversación, te mando una inspección de Hacienda’ o quien a lo sumo puede decir ‘¿cuánto quieres o cuánto pides? y poner un cero más en el montante de la obra?’

No quiero con eso indultar a quienes se han sometido al espíritu corruptor de los políticos pero sí señalar que quien gestiona el presupuesto público, quien nos cobra los impuestos, quien nos promete el cielo en la tierra cada vez que hay elecciones y por tanto quien se compromete con nosotros y en quien depositamos nuestra confianza son los políticos, no los empresarios y por tanto cuando hay corrupción ellos son los corruptos, corruptores y traidores a su compromiso con los ciudadanos.

Si algo ha hecho la izquierda estos días es desnudarse completamente al decir que cosas como las que dijo Rufián en el Congreso y corroboró Sánchez: que la izquierda no roba, que la izquierda no es corrupta… como si ser corrupto no fuera una decisión personal sino una característica ideológica y como si efectivamente se creyeran la gran falacia que defienden con descaro: que robar para mantener redes clientelares, como tan bien explicó Errejón en su día, y evitar así que la derecha toque poder fuera defender la democracia, como si consideraran, como Largo Caballero, que la democracia (él hablaba entonces de la República) o es de izquierdas o no es tal, como si la alternancia fuera una filfa y como si la decisión de la mayoría popular que, dicen, los sostiene sólo pudiera ser tenida en cuenta si vota lo que ellos quieren.

Podemos plantear la ilegalización de un partido político por razones justas, como se ilegalizó el brazo político de la ETA en su día por sus vínculos con el terrorismo (cosa que nunca debió deshacerse y que, conviene recordarlo, deshizo Zapatero… porque solemos decir que Sánchez se ha tragado el programa de Podemos y que el PSOE sanchista es, básicamente, Podemos con la estructura del PSOE pero lo cierto es que ya Zapatero se parecía más a Iglesias que a Felipe González); ahora bien, una vez admitimos el derecho a presentarse a unas elecciones a un partido político nos toca tragar con lo que las urnas vomiten y quien niegue esto es quien niega la democracia como la niega Pedro Sánchez cuando dice que no puede convocar elecciones porque no puede entregar el gobierno a PP y VOX, alguien debería recordarle que en democracia son los votantes los que entregan el gobierno, no los gobernantes; además, cuando los gobernantes quieren erigirse en salvadores de un pueblo que no los quiere tienen otro nombre, y no es bonito.

Hasta aquí lo que tiene que ver con lo que todos entendemos por corrupción, la que afecta a los dineros y su distracción… pero no quiero rematar este artículo sin señalar que la corrupción no es sólo desviar y robar dinero público, corrupción también es la mala gestión del dinero público y la gestión interesada del dinero público ¿a qué me refiero con gestión interesada? A la compra de apoyos en el Congreso entre partidos políticos (y ahí no hay empresas, sólo hay políticos): favorecer a Cataluña para contar con con los votos de Junts y ERC sobre el resto de regiones es corrupción, favorecer al País Vasco, que viene ya favorecido de origen gracias al cupo vasco, para lograr el apoyo del PNV es corrupción, aliviar las penas de los terroristas condenados que ni han pedido perdón ni han ayudado a la resolución de los más de 300 atentados de ETA que están sin resolver para conseguir el apoyo de Bildu, es corrupción, favorecer a esta o aquella región porque son tus caladeros de votos es corrupción, que el próximo AVE sea el que pasa por aquí en lugar de por allí porque lo dice uno del que necesitas su voto es corrupción... Y si leyendo esto estás pensando que confundo corrupción con parlamentarismo es porque tienes ya instalados en tu cabeza los mantras que la izquierda alimenta desde hace años, esos según los cuales ellos pueden pactar con cualquiera y cualquier cosa y la derecha o se queda pequeña y aislada o si pacta con alguien es con la ultraderecha, una ultraderecha usamos como contenedor de votos inútiles por el cordón sanitario que hemos impuesto.

Una cosa es que un partido político necesite pactar con otros para poder formar gobierno, aprobar presupuestos o lo que sea y que, por tanto, renuncie a su programa de máximos porque, además, si la sociedad quisiera ese programa de máximos le hubiera dado mayoría absoluta así que bien está que no lo lleve a cabo si no cuenta con ese apoyo mayoritario, y otra cosa es que un partido político lleve a cabo ya no su programa de máximos sino que vaya incluso más allá de ese programa llevando a cabo el de partidos minoritarios en el Congreso (y por tanto con apoyo minoritario en las urnas y en la sociedad) porque le han dicho que o lo hace o no le apoyan… Eso no es parlamentarismo, eso es chantaje por parte de los partidos minoritarios que no negocian sino que imponen y traición por parte del partido de gobierno porque no es que incumpla su programa de gobierno, que lo hace, sino que cumple el de otros que no cuentan con el apoyo social mayoritario en España. Y sí, eso es corrupción es la peor corrupción porque es diluyente de la soberanía nacional, porque crea una España en la que reina la desigualdad y convierte a las regiones en reinos de taifas que saben que tienen que situar a sus huestes para poder trincar un trozo del pastel o serán de la España pobre a la que no le llega nada ¿y por qué? Porque nadie busca el bien común, porque lo común se desprecia y estamos en una suerte de sálvese quien pueda (o maricón el último…).

Así que, queridos, que no os engañe Rufián diciendo que la izquierda no roba porque él es el primero en defender el robo de la soberanía nacional a todos los españoles, que no os engañe Otegui diciendo que en Bildu no hay corrupción cuando es un partido nacido del terrorismo, el secuestro y el chantaje con el mismo fin que el de Rufián, robarnos la soberanía nacional, que no os engañe Sánchez diciendo que sus corruptos son anécdotas porque su corrupción es sistémica y que no os engañe Yoli diciendo que ellos no roban porque quien se alía con quienes quieren robarnos la soberanía nacional, ya está robando. Además, el pecado de esta corrupción institucional está en su base: todos estos grupos minoritarios del Congreso (y tengo para mi que hoy por hoy este mal afecta ya a toda la izquierda) olvidan la base esencial del Parlamentearismo: cada uno de ellos representa a todos los españoles, no solo a los que le han votado.

Son los políticos los que nos representan, son ellos los que gestionan los impuestos que nos cobran, es a ellos a quien tenemos que pedir cuentas… ¿y la justicia? Que pida cuentas a quienes se salten la ley, sean políticos o empresarios o lo que quiera que sean pero como ciudadanos que quieren ser libres e iguales es a los políticos a quienes tenemos que pasar la factura, si no lo hacemos, si actuamos como locos sectarios que van con los suyos al fin del mundo sólo porque son los suyos tendremos lo que merecemos: pobreza y desastre.

 Berta Rivera

Intento de periodista y escritora, licenciada en filología inglesa con máster en educación y crítica observadora del mundo en que vivimos, del que estamos creando, en el que estamos maleducando... Un libro publicado: MALEDUCADOS (Sekotia / Ed. Almuzara).

 https://bertarivera.com/2025/06/21/corruptos-y-corruptores/

 https://desastresevitables.blogspot.com/2025/05/casos-corrupcion-el-40-fue-del-pp-y-el.html

  Davi sobre su padre: "Recuerdo que me contaba que, en los años previos a los JJOO de Barcelona 92, se presentaron a varias licitaciones de obra pública. Y me explicaba que, si no llevabas un maletín con billetes, estabas fuera del concurso. Y que, en aquellos tiempos, cobraba hasta el apuntador. 

Recordad que, en aquella época, gobernaba en Cataluña un partido que cobraba mordidas de entre el 3 y el 5%, ante la inopia (o autocomplacencia) absoluta de la prensa local, a la que gustaba de regodearse en aquéllo que llamaban el “oasis catalán”, para contraponerlo a la corrupción que empezaba a cercar al PSOE de Felipe González. 

¿Quién es el corruptor y quién es el corrompido? ¿El político que pone como condición que, si quieres optar a un contrato público, tienes que entregar un maletín para él, otro para su jefe, otro para su amigo(a) y otro para el partido? ¿O el empresario que, si quiere hacer negocios con el Gobierno, no tiene más remedio que aceptar las reglas de juego que le pone el político? 

 Desconozco las circunstancias concretas del caso del empresario en cuestión y la trama corrupta del PSOE. Pero yo, a diferencia de Buenafuente, no sacaría conclusiones de forma tan precipitada.

https://x.com/davmiranda/status/1936426778844676223 

Las denuncias por fraude en la contratación pública se disparan un 87% desde 2019 pero solo se investigan 4 de cada 10 Las prácticas corruptas son la causa del 19,5% de los procesos, mientras la mayoría (32,5%) apuntan a irregularidades

Las denuncias por fraude en la contratación pública se disparan un 87% desde 2019 pero solo se investigan cuatro de cada diez | Actualidad Económica

https://desastresevitables.blogspot.com/2025/06/la-perdida-de-etica-en-la-politica-no.html

https://desastresevitables.blogspot.com/2025/06/la-renovacion-politica-es-vital.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2025/06/la-fiesta-del-zorro-corrupcion.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2025/06/las-auditorias-del-psoe-cuatro-anos-de.html

https://desastresevitables.blogspot.com/2025/05/casos-corrupcion-el-40-fue-del-pp-y-el.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2025/06/de-que-sirven-los-informes-no.html

Un informe periodístico denuncia que la Comisión Europea financió de forma poco transparente a ONGs ambientalistas para que emprendieran campañas de presión, protestas y demandas judiciales contra empresas, políticas y acuerdos, especialmente en Alemania.

Ábalos preparó en una reunión secreta la estrategia ante el TS que incluye dejar a Sánchez y Zapatero al descubierto | Vozpópuli

"La oposición debe identificar al millar de asesores que aconsejan a Sánchez y le bailan el agua a cambio de cantidades oscuras. Nombres, por favor. Los colaboracionistas deben ser borrados de un futuro gobierno democrático"

Del ‘caso Koldo’ de mascarillas al ‘caso Cerdán’ de amaño de obras: las claves de la trama que sacude al PSOE | España | EL PAÍS

Es un asalto al patrimonio tecnológico nacional por parte de un entramado político-empresarial bajo sospecha"  

Para la gente enterada, los KoldosÁbalos, Cerdanes y demás héroes del trinque nacional son apenas el señuelo, el llamativo envoltorio, el cimbel que sirve para desviar la atención con minucias mientras en paralelo y en la trastienda ocurren cosas capaces de helar la sangre al más flemático. Lo importante no son los 500.000 euros por los que se pelean los edecanes de Pedro Sánchez. Los negocios de verdad que maneja la banda con sede en el búnker de Moncloa tienen que ver con China, con la exportación de petróleo venezolano, con el oro de Maduro, con el asalto al Ibex 35, con Telefónica, con la OPA del BBVA sobre Sabadell, con la toma de control del Grupo Caixa, frustrada, último minuto, cuando Isidro Fainé se entera de que Ángel Simón habla con Manuel de la Rocha, el jefe de la Oficina Económica del Presidente, y a veces directamente con el propio Pedro, para recibir órdenes de dónde tiene —tenía— que invertir Criteria, qué empresas había que salvar y/o tomar al asalto, y tiene que ver, naturalmente, con Indra. Este jueves 26 de junio, la empresa tecnológica española —la única que merece tal calificativo por tamaño y expertise— que preside Ángel Escribano celebra Junta General de accionistas bajo amenaza de borrasca a cuenta de la posible fusión por absorción de Escribano Mechanical & Engineering S.L. (EM&E), la firma que preside su hermano Javier Escribano y de la que el propio Ángel es dueño al 50%. Una operación que se enfrenta al rechazo de parte del Consejo de Administración, que advierte en la misma un obvio conflicto de interés lindero con la administración desleal. Una maniobra valorada entre 1.000 y 1.500 millones, que plantea una serie de cuestiones éticas y legales de primer orden, con el estamento empresarial español conteniendo la respiración entre la perplejidad y el asombro.

 Ábalos preparó en una reunión secreta la estrategia ante el TS que incluye dejar a Sánchez y Zapatero al descubiertoEmpresarios del Ibex instan a CEOE a movilizarse contra la corrupción del GobiernoEl milagro de los EscribanoLos audios de Koldo: "Que he hablado con gente, sí; ahora, de ahí a irme de cubatas con Pedro…"Compás de espera en un PSOE que ya habla de refundar el partido tras el paso de Sánchez"Salga lo que salga, Sánchez no va a dar un paso atrás"

 

Los Koldos, Ábalos, Cerdanes y demás son apenas el señuelo

Dicen que el proceso de separación matrimonial de De la Rocha fue doloroso, incluso traumático, y que quienes acompañaron en su viacrucis al hombre de confianza de Sánchez para los business, quienes se tragaron sus lágrimas, quienes ahogaron en copas su amargura hasta la madrugada fueron los hermanos Escribano. Fundada en 1991, EM&E es una empresa familiar dedicada a la fabricación de piezas mecánicas, que fue creciendo a paso lento y que en 2019 facturaba apenas 44 millones sin apenas experiencia en contratos complejos, sin innovación tecnológica, y con una estructura modesta. Todo cambió el 9 de abril de 2020, cuando el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) adjudicó a los Escribano, dicen que a dedo, un contrato de 36 millones (IVA incluido) para mediar en la compra de 5.000 respiradores modelo VITAE 40 a la firma Hersill Equipos Médicos. La famosa pandemia de la que íbamos a salir todos más fuertes, pero de la que muchos socialistas salieron forrados. En tamaña tesitura, mientras los hospitales colapsaban y faltaba material básico, el Gobierno encontró en EM&E su ángel de la guarda sanitario. La fabricación real corrió a cargo de Hersill S.A. Escribano simplemente intermedió. La estructura de costes, según investigación policial, revela que Hersill vendió cada respirador por 1.724 euros + IVA; que Escribano cobró al Gobierno 5.959 euros por unidad; que Hersill se anotó 8,6 millones y que Escribano facturó 29,7 millones (36 millones con IVA). El margen fue casi íntegro para EM&E. Cero riesgo, cero innovación, cero trabajo técnico. Solo contactos. Más de 20 millones limpios por actuar como comisionista privilegiado. Un negocio redondo y un primer gran paso en su meteórico ascenso. Desde entonces, su crecimiento ha sido fulgurante: 355 millones de facturación en 2024 (crecimiento del 800% en apenas cuatro años) y previsión de 450 millones en 2025. ¿Cómo? A través de adjudicaciones directas, concursos restringidos, y un trato preferente desde Moncloa.

Pero el pelotazo de los respiradores no fue el único. En pleno estado de alarma, con la ciudadanía encerrada en sus casas, EM&E también se subió al tren de las mascarillas. Una empresa sin ninguna experiencia previa en material sanitario fue convertida por arte de magia en proveedor de equipos de protección personal. ¿Por qué Escribano y no cualquier otra empresa industrial española con conocimiento real en el sector? La respuesta es simple: porque eran los elegidos del poder. Ninguna otra compañía fue llamada. Solo ellos. Para entender la magnitud del negocio basta con reparar en que el Ministerio de Sanidad destinó entre marzo y mayo de 2020 más de 276 millones exclusivamente a contratos para la compra de mascarillas (quirúrgicas, N95, KN95, FFP2 y FFP3). Nada hay que permita saber qué parte del botín fue a parar a EM&E. Opacidad absoluta. ¿Qué aportaba Escribano a este negocio? Nada técnico. Nada logístico. Solo relaciones. Solo cercanía política. Una cosa quedó clara: la pandemia se convirtió en una magnífica oportunidad para hacer negocios, pero solo para los amigos del poder. Esta operación no solo fue el origen de su enriquecimiento súbito, sino también la consolidación de su relación privilegiada con el Gobierno Sánchez, relación que más adelante abriría a los hermanos la puerta a contratos de Defensa por cientos de millones y a la propia presidencia ejecutiva de Indra.

¿Por qué Escribano?: porque eran los elegidos del poder

En 2021, AXPE Consulting, una pequeña multinacional española de consultoría y tecnologías de la información (250 millones de facturación y 1.300 en plantilla) llamó a la puerta de Belén Gualda, presidenta de la SEPI, para comunicarle su intención de tomar una participación significativa —en torno al 20%— en el capital de Indra, con voluntad de convertirse en accionista estable y de largo plazo. La operación, financiada por Paribas, tenía sentido desde el punto de vista empresarial: AXPE aportaba músculo técnico, experiencia y capital. Pero a su presidente pronto le salió al paso un intermediario inesperado: nada menos que Gaspar Zarrías, el histórico dirigente socialista andaluz, entonces ya reciclado en la sombra como comisionista del poder. A través de la firma Zaño Sociedad Consultora SL de su propiedad, Zarrías se presentó como portavoz oficioso del núcleo duro del PSOE y el aparato de Moncloa, núcleo que dirige el propio presidente del Gobierno (el jefe de la banda toma personalmente las decisiones que tienen que ver con el Ibex 35 y el vil metal), con la ministra Marichús Montero (autoridad de control de SEPI) de espantapájaros. “No vas a entrar con un 20%. Si quieres participar será con un paquete pequeño, entre 30 y 60 millones, y como parte de un grupo de empresarios que estamos formando para tomar el control de Indra y siempre como apoyo al Gobierno”. No había vuelta de hoja. El zorro Zarrías lo tenía claro:
—¡Os vamos a hacer millonarios a todos, pero os costará millones…!
Una frase que revelaba la naturaleza real del modelo. Una respuesta alejada de cualquier planteamiento técnico, económico o institucional. Una advertencia clara de que el precio por pertenecer al selecto club pasaba por pagar “mordidas” al entorno del poder. El paquete de AXPE debía ir coordinado con SAPA y Escribano, las otras dos firmas ya admitidas como peones gubernamentales en Indra. AXPE entendió el mensaje y abandonó. La puerta estaba cerrada a los actores independientes. Solo había hueco para quien aceptara formar parte del “grupo de apoyo al Gobierno”, caso de EM&E, de SAPA y del fondo Amber Capital de Joseph Oughourlian.

La pandemia se convirtió en una magnífica oportunidad para hacer negocios

Desde la llegada de Sánchez a La Moncloa, EM&E ha recibido más de 1.090 millones en contratos públicos, un volumen que llama la atención para una empresa que hasta 2019 facturaba apenas 44 millones. La firma de los hermanos Escribano, en efecto, ha pasado de no tener ni un solo euro en contratos públicos a convertirse en la mayor receptora de adjudicaciones del sector Defensa, “aunque sigan siendo incapaces de sacar de fábrica un producto que medio funcione y con tecnología propia, no pirateada”, en opinión de un reputado ingeniero de la competencia. Un crecimiento explosivo sin explicación técnica o industrial. Solo política: Los respiradores durante la pandemia (36 millones, con un sobrecoste estimado de 21,1) en 2020. La compra de mascarillas (cifras sin determinar), en el mismo año. Las torres Guardian 30 para blindados 8x8 (más de 200 millones) también en 2020. El sistema lanzacohetes SILAM (697 millones adjudicados sin publicidad) en 2023. Los sistemas anti-drones C-UAS (36,58 millones) en 2024. Un auténtico festín con dinero público, cocinado en despachos con concursos y procedimientos de cuestionable transparencia.

En 2022 y con el objetivo de tomar el control, la SEPI elevó su participación en Indra hasta el 28%, con una inversión de 150 millones. La destitución de Fernando Abril-Martorell como presidente fue el primer paso. Para sustituirlo, Sánchez avaló personalmente a Marc Murtra, un perfil con carnet PSC de brillante currículo pero de escasa experiencia en gestión de grandes compañías industriales. El precipitado nombramiento este mismo año de Murtra como presidente de Telefónica tras la salida forzada de Álvarez-Pallete (de nuevo la mano de De la Rocha como “machaca” del presidente), dejó el sillón de Indra al descubierto. Pero en lugar de nombrar como sustituto a un representante del primer accionista, SEPI, el tándem Sánchez-De la Rocha decidió cooptar a un outsider como Ángel Escribano, un chico listo, “muy inteligente, con esa inteligencia natural que no da la universidad sino la calle”, pero en el fondo un hombre de paja, un presidente títere porque el verdadero capo de Inda, por delegación del propio Sánchez, no es otro que Manuel de la Rocha. En el horizonte de ese 5% del PIB que España tendrá que invertir en Defensa sí o sí, por mucho morro enfurruñado que imposte Don Teflón de cara a su parroquia, hay muchísimo dinero a ganar, una cantidad impresionante de dinero, nada menos que 80.000 millones de euros, nada que ver con la miserable calderilla por la que se pelea la “banda del Peugeot”.

El tándem Sánchez-De la Rocha decidió cooptar a un outsider como Ángel Escribano

Y Ángel Escribano se instala en el trono con el respaldo pleno de Moncloa y la determinación de un bulldozer. Con su acrisolado estilo de gestión. Si el gigante armamentístico General Dynamics no me vende Santa Bárbara Sistemas, no me queda más remedio que comprar mi propia empresa, ea, viene a decir. Y ahí empieza el lío. La absorción más polémica de todas las posibles. “La fusión Indra-Escribano no es una operación industrial: es un asalto al patrimonio tecnológico nacional por parte de un entramado político-empresarial bajo sospecha”, sostiene un minoritario de Indra. Pero para llevar adelante el asunto hay que controlar el Consejo de Administración. Ángel echa cuentas y ve que una mayoría de independientes le va a decir que no, y que hay un ejecutivo que se va a manifestar en el mismo sentido porque la transacción le parece un completo dislate. Se trata de Luis Abril, miembro del Consejo y primer ejecutivo de Minsait, la filial tecnológica que genera la mitad del beneficio del grupo. Un peso pesado. De modo que Ángel se dice, muy bien, despido a los independientes díscolos y nombro nuevos consejeros a mi gusto, y a Abril le digo que deje el Consejo pero que siga en Minsait. No sabe que Abril tiene una cláusula en su contrato que le da opción de salida en caso de cambio en sus condiciones contractuales. Y Abril se va, y José Vicente de los Mozos, CEO, se queda en tierra de nadie, misterio, temiendo arrastrar su prestigio por el barro si la operación sale adelante, porque, ¿quién se encargará de la valoración de Escribano Mechanical & Engineering? Una compra que previsiblemente se hará con deuda, deuda a sumar a la que arrastra la propia EM&E para comprar su 14,3% en Indra, porque los Escribano lo han hecho todo con apalancamiento, sin un euro de inversión personal.

¿Y cuánto vale EM&E? Difícil saberlo. Todo dependerá de ese proclamado intento de “desconexión tecnológica” de la industria militar israelí que Sánchez ha venido impostando en las últimas semanas y que pondría en peligro los acuerdos de EM&E con la firma israelí Rafael en la fabricación de misiles contracarro Spike LR2, por no hablar de la participación de la también israelí Elbit Systems en el programa del lanzacohetes múltiple SILAM. Si el veto a Israel (¿está Sánchez decidido a perjudicar los intereses de los Escribano, que en el fondo son también los suyos propios?) se hiciera realidad, con la paralización de 46 contratos por importe superior a los 1.000 millones, la cuenta de resultados de EM&E sufriría un duro golpe que la dejaría al borde del abismo. Por lo demás, el acuerdo “secreto” suscrito por Javier Escribano con el Ministerio de Industrias Estratégicas de Ucrania, que incluye la apertura de una planta en Ucrania, parece más un brindis al sol que una línea de negocio seria. Interrogantes en cascada en torno a una operación de M&A rodeada de un tan aparente como clamoroso conflicto de intereses, donde un “error” en la valoración podría terminar con los huesos de no pocos de sus protagonistas en la cárcel. Pero es evidente que el presidente del Gobierno, verdadero amo de Indra, ha dado su v/b a la compra de EM&E porque de otro modo la operación ni siquiera se hubiera planteado. ¿Entonces…?

Los hermanos se han hecho con el cuasi monopolio del sistema de vigilancia marítima de la Guardia Civil

Mientras tanto, el patrimonio de los Escribano sigue engordando. En plena luna de miel con De la Rocha, el arquitecto del poder, los hermanos se han hecho con el cuasi monopolio del sistema de vigilancia marítima utilizado por la Guardia Civil, el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) al adjudicarse EM&E 4 de los 7 lotes por 19 millones (por solo 2 de Indra). Una empresa especializada en repuestos ha pasado en tiempo récord a liderar mantenimientos críticos en costa, algo que normalmente exige décadas de inversión en personal y tecnología. Para garantizarse el contacto directo con el mando en Defensa, y lo que ello implica en cuanto a eventual acceso a información privilegiada, los hermanos no le hacen ascos al viejo arte de las «puertas giratorias» con la incorporación de ex altos cargos del Ministerio, en concreto, el fichaje como asesores de tres generales: Fernando García de las Hijas (ex-logística Ejército de Tierra), Francisco González Espresati (ex teniente general del Aire) y Fernando García González Valerio (ex JEMAD). La competencia a los hermanos Escribano asiste perpleja a la creación de lo que algunos denominan “un monopolio en la industria de Defensa española blindado por el aval del Gobierno”. Y todo ello con el estilo rompedor que caracteriza a una pareja poco dada a preocuparse con los “compliances” y demás legalismos al uso. Con la competencia cabreada pero, en el fondo, también asustada, porque Ángel Escribano lo quiere todo y va a por todo.

Lo que comenzó como un modesto taller de mecanizados en Coslada, Madrid, dirigido por perfiles sin preparación técnica cualificada, sin bagaje técnico sólido, sin más formación que la de tornero industrial, se ha convertido, de la mano del poder político, en uno de los principales actores del sector defensa en España. Los críticos insisten en que lo que se pretende construir no es un ecosistema de Defensa sólido y abierto a la competencia, sino un andamiaje de poder basado en el clientelismo, el favoritismo y la colonización de los recursos públicos para fines privados. Es la utilización del poder del Estado en beneficio de empresas sin tecnología y de personas sin preparación, pero con fuertes vínculos políticos. La fusión Indra-Escribano no es una operación industrial: es un asalto al patrimonio tecnológico nacional por parte de un entramado político-empresarial bajo sospecha. Algo difícilmente imaginable en un Gobierno democrático sometido al imperio de la ley, pero muy propio de una organización criminal dispuesta a enriquecerse hasta las talanqueras

El milagro de los Escribano | Vozpópuli

Las denuncias por fraude en la contratación pública se disparan un 87% desde 2019 pero solo se investigan cuatro de cada diez | Actualidad Económica

El problema no es Sánchez, sino la izquierda

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. Europa Press
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. Europa Press

"La izquierda no puede robar", dice Gabriel Rufián. Y el público dócil a la falacia aplaude embelesado.

Así, pues, si alguien roba no es verdaderamente de izquierdas. El problema no reside, entonces, en el partido ni en la ideología, sino en algunas personas.

No como la derecha, nacida para el mal.

El delito cometido es, pues, una anécdota que mancha, que duele, pero que se combate porque es algo ajeno a la organización (unos intrusos, unos aprovechados, gente a la que hay que maldecir).

La pulcritud moral de la izquierda se fundamenta en la creencia de que ella representa la idea política del bien. Y todo lo que no se demuestre como bueno no le pertenece.

Esta falacia rufianesca se conoce como La falacia del verdadero escocés.

La falacia del verdadero escocés se formula tradicionalmente en estos términos: “Los escoceses no hacen tal cosa. Pero mi tío es escocés y la hace. Luego no es un verdadero escocés”.

Su estructura interna responde a un vaciado de concepto. Se intenta proteger una afirmación general universal (ser de izquierdas, ser escocés) frente a contraejemplos que demuestran el error de las definiciones previas.

Así, se redefinen arbitrariamente los términos sobre la marcha para excluir los casos que contradicen la regla.

Es decir, que ser escocés o de izquierdas se va modificando en cuanto haya contraejemplos que desmonten su definición.

Un contraejemplo evidente sería que la izquierda ha robado mucho a lo largo de la historia (lo sigue haciendo constantemente). ¿Cómo resolver entonces el asunto cuando hasta ayer mismo eran claramente definidos como socialistas Ábalos, Cerdán, Koldo, Sánchez (no tengan duda de que cuando llegue el momento será también repudiado)?

Recurriendo a esta tautología moral mediante la cual quien hace algo malo deja de ser lo que en verdad es.

Pero lo cierto es que una silla seguirá siendo una silla, aunque se le rompa una pata. No decimos que no es verdaderamente una silla, sino que es una silla rota.

Y alguien de izquierdas que roba es "alguien de izquierdas que roba". No "alguien que roba, pero que verdaderamente no es de izquierdas".

Justamente, la estrategia de la izquierda en este siglo XXI ha sido la de vaciar los conceptos: el concepto de "izquierda", que se modula según intereses; el de "verdad", que se adapta según las necesidades; el de "fascista", que se aplica a conveniencia.

Luchar contra estos significantes vacíos no es tarea fácil. Aciertan los que hablan de batalla cultural. Porque, justamente, la cultura se concibe por establecer un modo de entender las cosas y definirlas. Y la única forma de hacerlo es observando la realidad.

La mayoría de la gente joven con la que tengo relación (y trato con mucha, pues soy profesor de universidad) hoy se definirían más bien como de derechas, aunque no utilicen el término por el estigma de significante vacío que la izquierda ha conseguido otorgarle.

La derecha, derechona, fachosfera o fascista es simplemente todo aquello que en algún momento la izquierda determine que lo sea.

Pero esos jóvenes son de derechas, a pesar de ello, por una y muy potente razón: por su experiencia.

Los jóvenes, en todas las épocas, representan el mejor termómetro de las hipocresías. No viven aplastados por el cálculo de la necesidad adulta o de las ideologías triunfantes que dictaminan las generaciones precedentes a través de su poder.

Salvo los radicalizados. Generalmente, por cierto, de izquierdas.

Así que nuestros jóvenes han podido ir haciendo experiencia de aquello que han vivido.

Mientras la izquierda les decía que ella no podía robar, han comprobado cómo se han llenado los bolsillos a su costa.

Mientras les hablaban de igualdad, les hurtaban oportunidades fragmentando el país.

Mientras les prometían progreso, les han reducido su poder adquisitivo.

Mientras anunciaban justicia, negociaban cupos insolidarios para conseguir los votos de investidura.

Mientras les adoctrinaban con discursos feministas, se repartían prostitutas como si fueran mercancía.

Mientras apelaban a la solidaridad, los dejaban solos, superados por delincuentes importados.

Mientras les prometían futuro, les endeudaban el presente.

Mientras se les llenaba la boca de discursos sobre el bien común, amnistiaban a los que habían intentado convertirlos en extranjeros.

Mientras les decían que nadie se iba a quedar atrás, los dejaban tirados.

Mientras les decían cómo pensar, creaban redes de saqueo interesado.

Mientras les amenazaban con la derecha, asaltaban la Fiscalía, trataban de doblegar a la justicia, acosaban a la prensa libre e intentaban silenciar a la policía.

También el hombre común ha despertado. Ese hombre vulgar, sin capacidad económica para encontrar alternativas, que no tiene más patrimonio que su patria, armado con un pensamiento no contaminado, justamente por su lejanía de la academia, el poder, los intereses y las ideologías.

El hombre normal dotado de un sentido innato que le dice que las cosas van bien o mal por lo que vive en su entorno más inmediato.

Es ese hombre corriente, con estéticas poco sofisticadas, tan despreciado por las élites de la izquierda caviar.

También él percibe que el error ideológico es ya un hedor insoportable. Quiere lo mismo que ha querido siempre: un trabajo, una casa, una familia, salir adelante. Y todo eso ha sido arrasado. Porque se ha considerado que lo normativo es pecado, cuando la norma es justamente, el resultado de muchos años de prueba y error.

No es que la izquierda lo haya abandonado, es que nunca lo ha querido.

Ahora este hombre se rebela, harto de discursos y narrativas, necesitado de hechos y esperanzas. Estamos ante un nuevo 15-M. Pero con las formas de la derecha: sin tomar las calles, pero deseando cambiarlo todo. Un movimiento más virtual y tecnológico, más de grito en discoteca o estadios. Sin proclamas ingeniosas ni asambleas, pero con firmes convicciones.

¿Recuerdan cómo fueron señalados aquellos que llevaron muñecas hinchables a Ferraz? El fariseísmo socialista que se rasgó las vestiduras hoy calla y no pide perdón a los que tenían razón.

Sánchez se preguntaba cómo pasaría a la historia. Ya podemos intuir su principal logro: ha descorrido el telón para que podamos ver el verdadero rostro de la izquierda. La mayoría social ha podido descubrir que no estamos ante un problema de personas, sino de ideas.

En concreto, Sánchez ha mostrado su pecado nuclear. La hipócrita soberbia de creer en la perfección de sus fundamentos. Esa dictatorial creencia de creer que la izquierda representa el bien lleva a justificar (como han hecho durante todos estos años los votantes y simpatizantes socialistas) cualquier medio para construir el paraíso idealizado.

Es su gran pecado. Ese pecado que está inscrito en lo más profundo de su ideología: negar que quizá el otro tenga razón en algo.

Ese pecado es siempre un muro en el corazón de la comunidad política, un búnker que convierte la mentira en trinchera.

Se atribuye a Nietzsche un aforismo dicho a los cristianos más hipócritas de su tiempo: “Yo creería en vuestro salvador si tuvierais más cara de salvados”.

Hoy bien podríamos decirles a Sánchez, a Rufián y a todos los que los justifican algo parecido: “Yo creería en vuestra honradez si tuvierais más cara de honrados. Pero lo cierto es que no sólo podéis robar, sino que os creéis legitimados para hacerlo. Y lo hacéis de la forma más abyecta: no con sobres, ni maletines, ni prostitutas, sino con políticas diseñadas para enfrentar a los ciudadanos".

Guillermo Gómez Ferrer-Lozano es profesor de Estética y Teoría de la Comunicación, y doctor en Filosofía Moral.

Si tienes una puerta giratoria enorme entre cargos designados a dedo que deciden contrataciones en las AAPP y estructuras de partido, ¿de qué sirve otro "órgano de vigilancia" controlado por ese mismo entramado partido-AAPP? Exacto: de nada.

Jorge Galindo on X: "Si tienes una puerta giratoria enorme entre cargos designados a dedo que deciden contrataciones en las AAPP y estructuras de partido, ¿de qué sirve otro "órgano de vigilancia" controlado por ese mismo entramado partido-AAPP? Exacto: de nada." / X

"La corrupción es un problema estructural en el país que ha generado graves daños económicos, sociales y de credibilidad del sistema democrático. Esto ha pasado porque no hemos querido poner los mecanismos para evitarlo."

 


 Sobre las medidas anunciadas: no es un problema de falta de mecanismos de control y vigilancia.

 

Si no cambias la estructura de incentivos, esto va a volver a pasar.

Es un problema de incentivos perversos. En los partidos y en el sector público....por esto volverá a pasar

"Un pueblo que elige corruptos, impostores, ladrones y traidores no es víctima, es cómplice". - George Orwell 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El triste precio de la estupidez

No, Europa no sufre de falta de financiación, tiene sobre todo un problema de rentabilidad.

España (y Europa) en apuros Jesús Fernández-Villaverde