We Have never been Woke, de Musa Al-Gharbi /La Sobreproducción de élites" de Peter Turchin/ Las creencias de lujo

 We Have never been Woke, de Musa Al-Gharbi y compartiré cosas del libro.

La primera idea interesante es la del capital simbólico y los capitalistas simbólicos.

https://x.com/pitiklinov/status/1997006877587050731

En un párrafo:


“Un argumento central de este libro es que el wokismo se ha convertido en una fuente clave de capital cultural entre las élites contemporáneas, especialmente entre los capitalistas simbólicos. En las páginas siguientes dedicaremos mucho tiempo a analizar esta formación elitista. Pero aquí va una definición rápida: Los capitalistas simbólicos son profesionales que trafican en símbolos y retórica, imágenes y narrativas, datos y análisis, ideas y abstracción (en oposición a los trabajadores dedicados a formas manuales de trabajo vinculadas a bienes y servicios físicos). Por ejemplo, las personas que trabajan en campos como la educación, la ciencia, la tecnología, las finanzas, los medios de comunicación, el derecho, la consultoría, la administración y las políticas públicas son, de manera abrumadora, capitalistas simbólicos. Si estás leyendo este libro, hay muchas probabilidades de que tú seas un capitalista simbólico. Yo mismo lo soy.” Ahora algo más desarrollado: “En su libro de 1979 Distinción, Bourdieu introdujo la idea del capital simbólico. A diferencia de los recursos más tradicionales asociados a la riqueza, los bienes materiales, etc., Bourdieu definió el capital simbólico como los recursos de los que dispone una persona en función del honor, el prestigio, la celebridad, la consagración y el reconocimiento. Estos aspectos simbólicos de la vida social están íntimamente ligados al poder y a la riqueza, o a las necesidades y aspiraciones materiales y políticas. Según Bourdieu, los papeles que se asignan a las personas en función de su capital simbólico (o de su carencia) pueden ser en realidad más importantes que las fuerzas económicas convencionales a la hora de determinar cómo se organiza el poder dentro de una sociedad. Y, independientemente de cómo surjan las desigualdades, es fundamentalmente a través del capital simbólico como estas se legitiman y se mantienen.”… “Tal como lo expresó Bourdieu: «El poder simbólico es ese poder invisible que solo puede ejercerse con la complicidad de aquellos que no quieren saber que están sometidos a él, o incluso que ellos mismos lo ejercen.»⁴ En su formulación inicial, Bourdieu destacó tres formas de capital simbólico: el cultural, el académico y el político. Según él, cada una de estas formas puede convertirse en las otras bajo las circunstancias adecuadas, y el capital simbólico también puede transformarse en capital financiero (de hecho, es exactamente así como las élites intelectuales o culturales «se ganan la vida»).⁵ En conjunto, estas diferentes formas de capital simbólico sirven de base para clasificar a los demás como: incluidos o intrusos, expertos o aficionados, líderes o brutos, auténticos o impostores, genios o mediocres, sinceros o cínicos, dignos o indignos, etcétera. A continuación, haré un repaso breve de cada una de ellas. El capital político incluye la confianza, la buena voluntad, las relaciones y la autoridad institucional que pueden utilizarse para movilizar a otros al servicio de objetivos concretos. El título formal de una persona dentro de la jerarquía de una organización, su credibilidad, fiabilidad, eficacia, experiencia y virtud percibidas: todos estos son recursos a los que se puede recurrir para convencer a otros de que se unan a alguien, confíen en su visión, sigan su plan y persigan sus prioridades. El capital académico, por su parte, consiste en conseguir que otros se sometan al juicio de uno basándose en conocimientos especiales, intelecto, habilidades o experiencia. El capital académico se deriva principalmente de las credenciales, los títulos, la formación formal y demás. Las personas suelen demostrar su capital académico llamando la atención sobre sus conocimientos teóricos (por ejemplo, mencionando nombres de académicos o textos académicos o utilizando conceptos académicos en sus comunicaciones), apelando a la autoridad epistémica («Tengo un doctorado en x» o «Como experto en y...») o evocando su asociación con instituciones o profesiones vinculadas al conocimiento académico (por ejemplo, profesor, investigador, analista, especialista, médico, abogado, consultor o periodista).” Por último, el capital cultural consiste en mostrarse interesante, guay, sofisticado, carismático, encantador, etc. Las personas revelan su capital cultural a través de su forma de hablar, su porte, su vestimenta, sus modales, sus gustos y las opiniones que expresan, todo lo cual proporciona pistas importantes sobre su nivel de educación, su origen socioeconómico, sus alineamientos ideológicos y políticos, su lugar de origen, etc. De estas tres formas principales de capital simbólico, el capital cultural es el menos accesible para quienes no pertenecen a la élite. Como subrayó Bourdieu, solo aquellos que están «alejados de la necesidad» suelen tener el lujo de cultivar las «disposiciones duraderas de la mente y el cuerpo» asociadas con un estatus elevado.
Un argumento central de este libro es que el wokismo se ha convertido en una fuente clave de capital cultural entre las élites contemporáneas, especialmente entre los capitalistas simbólicos. En las páginas siguientes dedicaremos mucho tiempo a analizar esta formación elitista. Pero aquí va una definición rápida:
Los capitalistas simbólicos son profesionales que trafican en símbolos y retórica, imágenes y narrativas, datos y análisis, ideas y abstracción (en oposición a los trabajadores dedicados a formas manuales de trabajo vinculadas a bienes y servicios físicos). Por ejemplo, las personas que trabajan en campos como la educación, la ciencia, la tecnología, las finanzas, los medios de comunicación, el derecho, la consultoría, la administración y las políticas públicas son, de manera abrumadora, capitalistas simbólicos. Si estás leyendo este libro, hay muchas probabilidades de que tú seas un capitalista simbólico. Yo mismo lo soy.

https://x.com/pitiklinov/status/1997006877587050731

El concepto de "Capitalistas simbólicos" es parte de la "Triada para comprender el Mundo Actual," junto a "Las Creencias de Lujo" de Rob Henderson y "La Sobreproducción de élites" de Peter Turchin

Triada de libros para comprender el mundo actual : Henderson- Turchin  y Al-Gharbi

Estos tres libros forman una triada que explica cómo las élites contemporáneas producen desigualdad y tensión social: 

Henderson muestra cómo las élites usan creencias de lujo para marcar estatus

Turchin describe la sobreproducción de élites que genera competencia y conflicto, 

y Al-Gharbi analiza cómo el capital simbólico de los “capitalistas simbólicos” redefine poder y legitimidad.

 Juntos ofrecen un marco para entender la crisis cultural, política y social del presente.

La triada para comprender el mundo actual

1. Rob Henderson – Las Creencias de Lujo

  • Define las creencias de lujo como ideas progresistas que otorgan prestigio a las élites pero imponen costes a las clases bajas.

  • Ejemplo: discursos sobre abolir la familia nuclear o abrir fronteras, sostenidos por quienes no sufren las consecuencias directas.

  • Claves: las élites usan estas creencias como señal de estatus moral y cultural, reforzando desigualdades.

2. Peter Turchin – La Sobreproducción de élites

  • Explica que las sociedades entran en crisis cuando hay demasiados aspirantes a élite y no suficientes posiciones de poder.

  • Esto genera frustración, competencia interna y aparición de contraélites que desafían el orden.

  • Claves: ciclos históricos de integración y desintegración; hoy vivimos una fase de descomposición marcada por polarización y estancamiento económico.

3. Musa Al-Gharbi – We Have Never Been Woke

  • Argumenta que el movimiento woke no es un despertar popular, sino una estrategia de las élites para acumular capital simbólico (prestigio, reconocimiento, legitimidad).

  • Los “capitalistas simbólicos” usan discursos de justicia social para reforzar su posición, sin transformar las condiciones materiales de los marginados.

  • Claves: el poder actual se ejerce tanto con dinero como con símbolos, narrativas y prestigio cultural.

🔗 Relación entre los tres enfoques

AutorConcepto centralCómo se conecta con los otros
HendersonCreencias de lujo: ideologías de estatusSon formas de capital simbólico (Al-Gharbi) que las élites sobreproducidas (Turchin) usan para diferenciarse.
TurchinSobreproducción de élites: exceso de aspirantesExplica por qué proliferan las creencias de lujo y la competencia por capital simbólico.
Al-GharbiCapital simbólico / capitalistas simbólicosDa el marco cultural: las élites compiten no solo por riqueza, sino por legitimidad moral y prestigio.

🌍 Comprender el mundo actual con esta triada

  • Las élites están en crisis interna: demasiados aspirantes (Turchin) buscan diferenciarse mediante discursos simbólicos (Al-Gharbi).

  • Las creencias de lujo funcionan como armas culturales: permiten a las élites mostrar superioridad moral (Henderson), aunque dañen a las clases bajas.

  • El resultado es polarización y desconfianza: las masas perciben la desconexión entre discursos progresistas y realidades materiales, mientras las élites compiten por legitimidad simbólica.

En conjunto, esta triada revela que la lucha por el poder hoy no se da solo en lo económico, sino en lo cultural y simbólico, y que la proliferación de élites y sus discursos de estatus están en el corazón de la inestabilidad política y social contemporánea

https://ideas.gaceta.es/rob-henderson-y-la-creencias-de-lujo/

Las élites sobreproducidas buscan diferenciarse mediante creencias de lujo y capital simbólico, lo que genera tensiones estructurales que desembocan en la crisis actual.

https://sobrief.com/es/books/end-times

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